lunes, 29 de octubre de 2007

Los peores trabajos del mundo

posteado originalmente el 22/04/2005

¿Estas cansado de tu curro? ¿Odias a tu jefe? ¿Crees que no te tratan bien o que tu trabajo es una mierda?... pues que sepas que no tienes ni puta idea de lo que es un curro de verdad; un curro de hombres, a la antigua usanza y como dios manda.

Así que me he tomado la molestia de recopila algunos de los trabajos más chungos de la historia, para que hagas las paces con el déspota de tu jefe:

Ablandador de lana: en el siglo XIII el comercio con la lana tuvo un auge muy importante y el trabajo de ablandador de lana se hizo bastante popular. La cosa consiste en meterte en una tina enorme con unos cuantos cientos de litros de orina de animal (vaca, cabra, caballo...), llegándote por encima de la rodilla. Se mete la lana y te tiras todo el día bailando sobre ella. Se supone que en el proceso la lana se ablanda y suaviza mucho. El pestazo del tío al llegar a casa debía ser de escándalo.

Recolector de sanguijuelas: ¿nunca te has preguntado de donde sacaban los médicos de la edad media las sanguijuelas para hacer sangrías?... pues yo tampoco, pero ahora ya lo se. Resulta que era una profesión como otra cualquiera, en la que el tipo en cuestión se sumergía en pantanos o ciénagas desnudo, y cuando tenia una buena cantidad de bichos enganchados salía y se los quitaba como bien podía, para vendérselos al medico del pueblo. No puedo imaginarme las infecciones brutales que debían pillar.

Escudero: si, si, el mitificado trabajo de escudero de las películas no debía de ser muy agradable, si tenemos en cuenta que por ejemplo, acompañaban su señor a las batallas ¡y estaban todo el rato físicamente junto a el! Para, por ejemplo, cuidar de que si se le caía el arma devolvérsela o sustituir una pieza de armadura rota en el combate. Además otra de sus labores consistía nada menos que en desvestir a su señor después de la batalla, y después de un enfrentamiento de días por lo visto, los excelsos caballeros llevaban sus armaduras rebosantes de barro, sudor, heces y orina.

Barbero-cirujano: pues si, resulta que en la edad media, la misma persona que te cortaba la barba y el pelo, también practicaba amputaciones, sangrías y demás mutilaciones comunes en la época. De hecho los médicos eran rarísimos y lo mas común si te pillabas un dedo con la puerta era ir al barbero a que te lo cortara.

Horneador de cal: pues eso, un tipo que se dedica a hornear cal para hacer mortero para la construcción. Por si no lo sabéis al calentar la cal, se desprende monóxido de carbono extremadamente venenoso, sin mencionar que después le echaban agua a la cal, con lo que las quemaduras químicas eran extraordinariamente comunes, y particularmente graves en los ojos.

Petardero: estos individuos se encargaban de cargar con un barril enorme de pólvora a sus espaldas y lanzarse a la carrera contra las murallas enemigas para depositar su peligrosa carga y hacerla detonar con una mecha de más que dudosa calidad. El problema muchas veces era que correr con una carga tan volátil en medio de una batalla solía conllevar algún susto en forma de explosión inesperada a medio camino.

Despiojador: no creo que haga falta que comente de que iba esto, simplemente sorprende que hubiese gente que se dedicaba profesionalmente ha esto.

Limpiador de molino textil: este curro se sale por “tos laos”. En estos molinos se contrataba a niños de 6 años para que barrieran el algodón que se acumulaba en el pozo del molino... ¡¡mientras la rueda de piedra seguía girando!! El chavalin daba vueltas todo el rato al ritmo de las mulas para no acabar empanado. Como te imaginaras los “accidentes” no eran raros.

Limpiador de chimeneas: en la época victoriana, los niños eran los encargados de limpiar las chimeneas, ya que un adulto no cabe por ellas. ¿Las consecuencias? Pues cortes infectados, contusiones, lesiones de espalda y rodillas, deformaciones en tobillos, inflamación ocular, problemas respiratorios y por supuesto cáncer por respirar hollín durante años desde pequeño.

Hay muchos más, pero esto creo que es bastante representativo. A que ya no sois tan infelices con vuestro curro.

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